Es el momento de hacer un breve repaso a cada una de las variedades autorizadas.
- Macabeo. Es una planta de brotación tardía, resistente a las heladas y sequías y sensible a las enfermedades. Sus racimos son grandes y densos. Sus vinos son de buena calidad, color pajizo con tonos verdes. En nariz presentan intensos aromas frutales, en boca son suaves y afrutados, elegantes, equilibrados y levemente amargos. Son vinos de baja graduación.
- Parellada. Es una planta de maduración tardía, de alta productividad. Sus vinos son pálidos, delicados en nariz y de baja acidez. Tienen poco cuerpo y baja graduación alcohólica. Son vinos ideales para su consumo cuando son jóvenes.
- Trepat. Es una cepa de brotación temprana, racimos medianos y sensible a las heladas. Sus vinos son frescos y ligeros, fáciles de beber. Son vinos con poco cuerpo que presentan un tono frambuesa, resultando afrutados en boca.
- Garnacha. Este tipo de uvas se encuentran en zonas cálidas y la calidad de sus vinos dependerá de los caracteres climáticos de la zona. Producen excelentes rosados muy afrutados. Los vinos tintos, muy aromáticos y con buena graduación, recuerdan en nariz la frambuesa y ciruelas pasas.
- Tempranillo. Es la uva española por excelencia originaria de la Rioja. Es una planta robusta, sensible a la sequía y a las enfermedades. Es de maduración temprana y sus racimos son medianos y densos. Sus vinos son de excelente calidad, equilibrados, alcohólicos, levemente ácidos, con aromas a fresas y frutos silvestres; su color es rubí intenso. Es un vino apto para el envejecimiento en roble.