Para que un vino sea considerado “de reserva” tiene que haber pasado en barrica de roble americano o francés 12 meses. El tiempo que pasará redondeándose en botella será de 24 meses.
De esta forma se consigue un vino con cuerpo, muy afinado y rico en armoas, tonos de color y en boca muy sabroso.
La selección de la uva es fundamental. En España, la mayoría de estos vinos se elaboran a partir de uva tempranillo, también cabernet sauvignon y últimamente se introducen nuevas uvas francesas para la elaboración de estos vinos.
Carnes rojas, caza o pescados carnosos como el rape van muy bien para maridar con un buen vino de reserva.