ENFERMEDADES DE LA VID

Las enfermedades de la vid han tenido consecuencias nefastas para la producción de vinos en algunos momentos de la historia. Pero, por paradójico que parezca, estas enfermedades han contribuido a la distribución del cultivo de la vid por algunas partes del mundo donde era impensable.

Los bodegueros franceses extendieron sus cultivos allá donde no pudiera afectarles la plaga de filoxera que afectó a Europa a partir de 1863.

Pero la filoxera no es la única enfermedad importante de la vid. Vamos a enumerar los principales enemigos de las cepas en esta página:

  • Altica. Pequeño coleóptero (haltica ampelophaga) capaz de provocar daños importantes en la vid, perforando agujeros en las hojas, más o menos amplios. Si llega a las llemas es capaz de arruinar parcelas enteras.
  • La mezcla oportuna de insecticidas puede acabar con el insecto de forma exitosa en poco tiempo.
  • Caracoles. Suelen darse en terrenos húmedos y son mordisqueadotes de hojas y racimos a los que llegan a ensuciar con sus secreciones.
  • Los daños que suelen provocar en cepas vigorosas no son importantes.
  • Para prevenirlos, lo mejor es tener a raya a las malas hierbas, dejando despejada la zona donde crecen las vides.
  • Cochinilla. Este insecto presenta tres formas diferenciadas. A saber:
  • Pseudococcus vitis.
  • Eulecanium persica.
  • Pulvinaria vitis.
  • Las cochinillas son insectos chupadores de todas las sustancias que la planta es capaz de producir, debilitando las vides con sus picaduras y reduciendo la producción de sus frutos.
  • Erinosis. Ácaro (eryophyes vitis) capaz de producir abultamientos en la cara superior de las hojas. En la par6te inferior puede aparecer un polvillo blanco o rosáceo.
  • No es el responsable de daños importantes en las vides aunque conviene tratarlas con métodos convencionales de control químico.
  • La filoxera. El pulgón americano es el responsable de transportar el problema de un lado al otro de todo el orbe. La filoxera dejó sin vinos a media Europa en tan sólo 50 años, pasando más tarde a África, América y Australia.
  • Las formas que puede manifestar esta plaga son:
  • Gallícola.
  • Radicícola.
  • Alada sexuada.
  • Cada una de las variedades de este pulgón ataca una parte de la planta.
  • Su rápida extensión se debe a que estos pulgones (phyloxera vastatrix planchon) son arrastrados con facilidad hasta otras cepas próximas por el viento.
  • La filoxera se nutre de la raíz mediante sus picaduras, que impiden el flujo normal de sabia por la planta. Además, en su forma gallícola afecta a la hoja, dejando abultamientos pronunciados y muy visibles en el haz.
  • La solución al problema de la filoxera se basó en los orígenes; se trataba de injertar Vitis vinífera a los pies de vides de origen americano, las únicas capaces de resistir a la plaga originaria del sureste de los Estados Unidos.
  • Gusanos blancos. Especialmente agresivos con las cepas jóvenes, estos gusanos habitan en el subsuelo, junto a las raíces de la planta.
  • Las variedades son:
  • Melolontha melolontha L.
  • Melolontha hippocastani L.
  • .

  • Anoxia Villosa L.
  • Los daños que estos gusanos causan en la viña son importantes, produciendo un raquitismo que acaba por matar las nuevas viñas, pudiendo llegar a atacar a las antiguas.
  • Estos gusanos miden de 25 a 30 mm cuando adultos, llegando las larvas a alcanzar los 45 mm. Sus fuertes mandíbulas les permiten dejar heridas importantes de forma helicoidal en la base de la planta.
  • Para combatirla lo mejor es la prevención. No sembrar en aquellos lugares donde se ha tenido constancia de la existencia del gusano es la mejor medida. En el caso de que los gusanos ataquen a la planta posteriormente, los insecticidas granulados y líquidos en la base de la planta pueden funcionar.
  • Mildiu. Los órganos verdes de la vid (hojas, pámpanos y racimos) son atacados sin clemencia por este hongo (plasmopara vitícola) que se desarrolla a partir de los 12º C. Se trata de las enfermedades más extendidas de las cepas en todo el mundo, por lo que los viticultores la conocen perfectamente.

    La plaga se presenta en el envés de la hoja en forma de manchas redondeadas. En la uva, se forma una pelusa blanca y esta deja de crecer hasta que se arruga completamente.

  • La plaga se puede transmitir a través del propio riego de la planta.
  • Los peores años, son los más húmedos y lluviosos, ya que estos factores climáticos potencian la proliferación de este tipo de hongo.
  • Para combatir este hongo lo mejor es la pulverización a presión con las sustancias al uso.
  • Oidio. Se trata de un hongo que ataca las partes verdes de la planta y los racimos. Su aspecto es de polvillo blanquecino o ceniciento, que puede alojarse en el envés y en el haz de la hoja. En las uvas primero aparecen ciertos tonos plomizos y posteriormente los granos se van agrietando hasta que se secan por completo.
  • La temperatura, la humedad y la insolación son determinantes para que este hongo prolifere a sus anchas por los viñedos de cualquier parte del mundo.
  • El hongo uncinula necator es muy frecuente en los viñedos españoles y puede llegar a arruinar cosechas completas.
  • Su desarrollo más importante tiene lugar entre los 15 y los 28º C. La lluvia es capaz de frenar su avance y las altas temperaturas lo favorecen.
  • Podredumbre gris. Es un hongo que tiene su principal desarrollo en los viñedos españoles.
  • El alto nivel de humedad que tiene lugar en el norte de España y en las zonas del Mediterráneo contribuye a su desarrollo y expansión.
  • Estos brotes pueden tener lugar durante el periodo de floración, atacando la práctica totalidad de la cepa.
  • Se detecta en forma de pequeños cuadrados que nos recuerdan a las tabletas de chocolate.
  • Polillas de racimo. Estos lepidópteros (lobesia botrana den) producen la podredumbre del racimo, del que se alimenta el insecto.
  • Piral. Mariposa cuya oruga devora hojas y racimos jóvenes de las cepas.
  • Durante el invierno, tiene forma de oruga, mientras que al llegar la primavera llega a los pámpanos y ataca los racimos más jóvenes, tejiendo una tela alrededor de las puntas.
  • Yesca. Tras la poda, este hongo se puede alojar en las cepas más veteranas, aprovechándose de sus heridas.
  • Las hojas de la planta se van decolorando hasta que se secan.
  • Esta enfermedad se puede propagar con las mismas tijeras de podar.

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