Los vinos de Borgoña gozan, desde hace mucho tiempo, de gran prestigio en todo el mundo. Muchos puristas aseguran que en esta región francesa se producen los mejores vinos del mundo.

 

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. La gran atomización de las bodegas de Borgoña permite una gran disparidad de procedimientos, y que existan muchas diferencias entre unos vinos y otros. Si a eso sumamos el elevado precio que suelen comportar estos vinos, conviene tener cuidado con las compras y hacerlas solo con vinos muy reconocidos y recomendados, lo contrario puede suponer una importante decepción.

 

Un pinot noir de la Cóte de Nuits si que se puede recomendar. Los más expertos afirman que es el mejor vino del mundo.

 

La caliza conforma buena parte de los pagos de Borgoña. El clima y la localización del viñedo conforma lo que los borgoñeses denominan Terroir, que es lo que concede la personalidad a cada uno de los vinos. Si a todo ello añadimos que la principal uva empleada en la elaboración de los vinos es la pinor noir tenemos la mezcla ideal para conseguir los vinos que gozan de la mejor reputación.

 

También la variedad gamay, la aligoté y la chardonay están presentes en la elaboración de los vinos blancos y tintos de la región.

 

Otro de los secretos de los vinos de Borgoña es su producción limitada. Todo ello dentro de 25.000 hectáreas.

 

En cuanto al clima, la región de Borgoña tiene unos inviernos fríos y unos veranos calurosos aunque impredecibles. Todo ello permite el desarrollo de la uva pinot noir en todo su esplendor, combinando a la perfección la finura y la fuerza que concede a estos vinos toda clase de elogios.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies