Vinos de Grecia.
Los antecedentes de la actividad vinícola en Grecia, se remonta a hace 4.000 años, siendo su legado aún palpable, sobre todo en el sur de Italia, donde los nombres de las variedades locales son de origen griego.
En el año 1.000 a.C., los griegos comenzaron a exportar sus vinos a casi todos los países de Europa. Por aquel entonces, el vino se transportaba en ánforas, en las que se escribía el año de la cosecha. Cuando comenzaron a colonizar las zonas del Mediterráneo, llevaron consigo las vides, sentando así las bases de la actividad vitivinícola en muchas zonas de Europa.
Los griegos, siguen manteniendo una antigua tradición en la elaboración de sus vinos, que consiste en añadir resina al vino para protegerlo de la oxidación, dando lugar al vino de retsina. En la actualidad ha surgido un vino de retsina, ligero, fresco y fácil de beber, muy adecuado para acompañar platos picantes.
En la Grecia de hoy, existen las siguientes zonas de cultivo de la vid: Tracía, Macedonia, Tesalia, Epiro, Grecia central y Ática, Peloponeso, las islas Cícladas, Rodas, Cefalonia y las islas Jónicas, Limnos, Samos y las islas Egeas y Creta. A continuación, haremos una breve referencia a cada una de ellas, con objeto de conocer las particularidades de los vinos que en las mismas se producen.
En la región de Tracía, donde el clima se caracteriza por las escasas fluctuaciones de temperatura, y donde los suelos presentan una composición eminentemente calcárea, se cultivan las siguientes variedades de uvas: para los vinos tintos se cultivan la limnio, la mourvédre, la grenache, la syrah y la merlot. Para los vinos blancos, las uvas cultivadas son la malvasía, la sauvignon blanc, la chardonnay, la muscat y la viognier. Los vinos blancos, son vinos suaves, afrutados y de potente aroma. Los vinos tintos elaborados sobre todo con la variedad syrah, son vinos elegantes, muy estructurados, de gran cuerpo e intenso sabor. También se elaboran vinos rosados.
Macedonia, es la región vinícola más importante de Grecia. Sus inviernos son fríos y lluviosos y los veranos, templados. Sus suelos presentan en su composición, niveles elevados de arcilla arenosa. Las uvas tintas cultivadas son: la xinomavro, la negoska, la limnio, la cabernet sauvignon, la syrah, la grenache y la merlot. Para la producción de vinos blancos, se cultivan: la roditis, la assytiko, la athiri, la malagousia y la sauvignon blanc. Con la variedad autóctona xinomavro, se producen unos vinos tintos densos y tánicos. Los vinos blancos ofrecen una fresca acidez, resultando ser vinos muy elagantes, carnosos y afrutados. También se elaboran vinos rosados y vinos de postre.
La región de Epiro, es eminentemente montañosa, con suelos calcáreos y clima continental, con inviernos fríos y veranos cálidos. Las variedades tintas son la cabernet sauvignon, la merlot, la vlachiko y la bekiari. Con estas variedades, se producen vinos tintos muy estructurados y densos. Las variedades blancas son la debina, la chardonnay y la traminer, con las que se obtienen vinos blancos alegres y afrutados. Con la variedad debina, se elaboran tanto vinos espumosos como sin gas.
En Tresalia, los inviernos son extremadamente fríos y con abundantes lluvias, y los veranos muy calurosos. Sus suelos presentan una alta concentración de hierro sobre capas de arcilla arenosa. Las variedades tintas cultivadas son: la xinomavro, la krassato, la stavoroto, la cabernet sauvignon y la merlot. Como variedades blancas, podemos encontrar: la roditis, la savatiano y la batiki. Los mejores vinos elaborados en esta región, son los vinos tintos mezcla de xinomavro, krassato y stavoroto. Son vinos de gran cuerpo, con aroma a tabaco y taninos aterciopelados. Los vinos blancos son frescos y afrutados. También se elaboran vinos rosados.
En Grecia central y Ática, se produce la mayor parte de los vinos de calidad. Los suelos de esta zona son de composición calcárea y arcillosa y sus inviernos templados y húmedos y sus veranos secos, proporcionan a los vinos mucha concentración. Las únicas uvas autóctonas que resistieron la plaga de la filoxera, fueron el savatiano y el roditis, aunque también se están utilizando otras variedades internacionales y algunas trasplantadas procedentes de otras regiones. Los vinos tintos, se elaboran con: cabernet sauvignon, syrah, merlot y gernache. Para la producción de vinos blancos, su usan el savatiano, el roditis, la assyrtico,la athiri, la chardonnay, y la sauvignon blanc. También se elaboran vinos rosados.
El Peloponeso también es una importante zona productora de vinos. Sus suelos son arcillosos y calcáreos, y su clima se caracteriza por sus inviernos de temperaturas suaves y precipitaciones abundantes y sus veranos secos y cálidos. Las variedades para la elaboración de vinos tintos son: aghiorghitiko, mavrodaphne, cabernet sauvignon y merlot. Para los vinos blancos utilizan la roditis, la moschofilero, la savatiano, la White muscat y la chardonnay. También se elaboran en el Peloponeso, vinos rosados, vinos espumosos y vinos de postre.
En las islas Cícladas, se elaboran vinos en el puerto de Santorini, y en la isla de Paros. Santorino goza de un benigno clima, con veranos secos e inviernos suaves, lo cual, en combinación con la composición volcánica de su suelo, favorece el desarrollo de algunas variedades blancas como assyrtiko, monenvasía, athiri y aidini, con las que se obtienen unos elegantes vinos blancos, frescos y suaves y vinos dulces muy estructurados. En la isla de Paros, a pesar de contar con un clima menos favorable, también crecen las mismas variedades de uvas, elaborándose con ellas vinos sencillos y agradables. Aunque la mayor parte de la producción es de vinos blancos, también se elaboran vinos tintos a partir de las variedades mandelaira y mavrotagano.
En Rodas, se obtienen magníficas cosechas gracias a sus condiciones climatológicas de inviernos suaves y veranos frescos. La principal variedad de esta isla es la athiri, con la que se elaboran vinos blancos secos y dulces y vinos espumosos frescos y afrutados. También se producen vinos dulces, como los moscateles blancos melosos y cítricos, a partir de la variedad muscat. Para la elaboración de los vinos tintos, se utilizan las variedades mandelaria, grenache, syrah y cabernet sauvignon.
En Cefalonia, la variedad principal es la uva robola, aunque también se utilizan para la producción de vinos blancos la tsaoussí, la zakynthina y la muscat, esta última para la elaboración de los vinos de postre. Como variedades tintas se utilizan la mavrodaphne y la aghiorghitiko, que proporcionan vinos limpios y estructurados.
En la isla de Limnos, la variedad más cultivada es la muscat, con la que se elaboran vinos blancos secos y vinos de postre, melosos y sabrosos. Los vinos tintos son elaborados con la variedad local limnio, que produce vinos redondos de suaves taninos. En Samos, existe una antiquísima tradición vinícola. La variedad por excelencia es la moscatel blanco de Samos, con la que se elaboran profundos vinos de postre, con mucho cuerpo y muy longevos.
Por último, mencionar los excelentes vinos elaborados en Creta. El clima en Creta, se caracteriza por sus inviernos de suaves temperaturas y lluviosos y sus veranos calurosos, magníficas condiciones para el desarrollo de la vid. Las variedades blancas son: vilana, daphni, plyto, thrapsathiri y athiri. Los vinos blancos obtenidos con ellas, son vinos ligeros y afrutados. Como variedades tintas, se cultivan: kotsifali, mandelaria y liatiko, con las que se obtienen vinos tintos suaves o concentrados.