Cerca del 40 % de la uva francesa procede de esta región. En la actualidad, los bodegueros han hecho un esfuerzo de modernización y han logrado poner sus vinos a la altura de los mejores vinos franceses.
Se trata de vinos tintos y rosados muy bien afinados procedentes de cepas Carignan noir, cinsault, mourvédre, cournoise y otras autóctonas.
Entre los viñedos de Languedoc-Rosellón están algunas de las cepas más antiguas y robustas del mundo, y producen algunos de los conocidos caldos franceses. La vid existe en el sur de Francia desde tiempo inmemoriales
En Languedoc-Rosellón, más de 35 vinos han conseguido gran reconocimiento, que incluyen los vinos tintos, rosados y blancos, los dulces melosos y los vinos espumosos.