Vinos del Sur de Portugal.

Hasta hace pocos años, los vinos producidos en el sur de Portugal, carecían de calidad, dadas las condiciones climatológicas de la zona, y el escaso desarrollo de la industria vinícola. Con la entrada de Portugal en la UE, las zonas de cultivo del sur de Portugal, y, sobre todo, el Alentejo, comenzaron a recibir ayudas económicas, gracias a las cuales, pudieron modernizar sus instalaciones, logrando así elaborar, en la actualidad, vinos de reconocido prestigio.

Existen cuatro zonas de producción de vinos: la península de Setúbal, el Alentejo, el Algarve y la isla de Madeira. Nos detendremos brevemente en cada una de ellas, para conocer las peculiaridades de sus vinos.

En la península de Setúbal, existen dos DOC: Setúbal y Palmela. La primera, es productora de vinos dulces, elaborados con la variedad autóctona Muscat. Estos vinos se envejecen en toneles durante muchos años, variando su color desde el ámbar al ébano, en función de los años de permanencia en los toneles. En Palmela, se elaboran tanto vinos blancos como vinos tintos. Para los blancos, se utilizan las siguientes variedades: moscatel de Setúbal, fernao pires, arinto, chardonnay y sauvignon blanc. Las variedades tintas autorizadas son: castelao, trincadeira preta, aragonez, touriga nacional, touriga franca, cabernet sauvignon, merlot y syrah. Los vinos tintos, cuando son jóvenes, son astringentes, pero con el tiempo adquieren mayor complejidad.

En Alentejo, existen 8 DOC: Portalegre, Borba, Redondo Évora, Reguengos, Granja-Amarela, Moura y Vidigueira. Los suelos en esta zona, presentan en su composición, granito y piedra caliza. El clima es típicamente atlántico, con escasas lluvias en verano. Gracias a las ayudas recibidas de la UE, para el desarrollo del sector vinícola, en Alentejo se elaboran vinos tintos de calidad con las variedades aragonez y trincadeira. Además de los vinos tintos, se elaboran también vinos blancos con las variedades antao vaz y roupeiro.

En el Algarve, no existe una tradición vinícola arraigada, por lo que sus vinos no son de los más apreciados del país, aunque en los últimos años, se le está prestando un poco más de atención al desarrollo de la actividad vitivinícola. Actualmente, se produce en esta región vinos tintos, a partir de las variedades aragonez, trincadeira y syrah.

Por último, en la isla de Madeira, el suelo es totalmente volcánico, y el clima se caracteriza por el sofocante calor en verano y por los fuertes vientos. En estas condiciones se desarrollan 4 variedades de uvas nobles: sercial, verdelho, bual y malvasía. Con estas variedades blancas, se elaboran tanto vinos secos, como vinos generosos y dulces. No obstante, la variedad más cultivada, es la tinta negra mole, con la que se elaboran vinos muy refrescantes. Los vinos elaborados en Madeira son muy longevos, debido al proceso de calentamiento al que son sometidos antes de ser embotellados.

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