El proceso de chaptalización de los vinos consiste en la adición de azúcares en alguna fase de la fermentación. Cuando las uvas no llegan a madurar lo suficiente, o cuando la región en la que se cultiva no dispone de suficientes horas de solo como para que la uva abrigue buena cantidad de azúcar, es posible conseguir el grado óptimo de alcohol si se le añade azúcar procedente, por lo general, de la remolacha.
Este proceso está muy cuestionado por algunos puristas, sobretodo en España, donde las uvas tienen los azúcares adecuados merced a las cantidad de horas de luz que nos alumbran todo el año, y especialmente antes de la cosecha, tras el tórrido verano del Mediterráneo.
Hace tres siglos, el egregio químico y ministro de interior de Napoleón Jean-Antoine Chaptal, escribió algunos tratados a los que alababa esta técnica para mejorar (según él) los vinos procedente de uvas poco maduradas. El proceso se hizo popular especialmente durante el siglo XIX entre los bodegueros franceses y, finalmente la historia le dio su nombre aunque no fue, ni mucho menos, el descubridor del método.
De uso común en países fríos como Alemania o el norte de Francia artificializa en exceso el ya complejo sistema de fermentación del vino y enmascara sabores, texturas y aromas.
Maceración del vino
Fermentación del vino
Embotellado del vino
Crianza del vino
El mosto
La chaptalización